En el momento en que ocurren las cosas malas, no las entendemos. 😢 Nos duele, lloramos y creemos que el mundo se nos va a caer encima.

El 2020 fue un año duro para mí, no solo por la pandemia, sino por una serie de acontecimientos en el ámbito personal, que golpearon muy fuerte mi vida. Y créeme, creía que me iba a morir. 😭 El llanto, los ataques de ansiedad y las noches llenas de lágrimas eran constantes. No quería pararme de la cama, no quería nada. Pensaba que nunca iba a salir de ese dolor.

En el momento en que vivía la experiencia, peleé con Dios y le oraba pidiéndole que cambiara la situación a mi favor. O sea, le pedía que me devolviera aquello que había perdido. En ese momento no entendía que, aunque me doliera, él me estaba librando de algo grande y feo.

Con el tiempo descubrí y entendí la situación de la que Dios me sacó. Me di cuenta de lo ciega que estaba y de cómo me estaba aferrando a una posible vida de mucho sufrimiento a largo plazo. Y, a medida que iba sanando, comprendía más y más la forma en que Dios me guardó.

Hoy estoy COMPLETAMENTE agradecida de Dios y de su inmensa misericordia, porque como dice su palabra: ÉL SIEMPRE LLEGA A TIEMPO. Aquí estoy preguntándome qué sería de mí si su mano no me hubiese sacado a rastras del lugar en el que estaba.

Si estás atravesando una situación difícil, sé que es doloroso y que en este momento es difícil ser optimista, pero no te preocupes, que esto que vives hoy, PASARÁ y con el tiempo podrás ver y entender el propósito detrás de esa situación.

Algo que aprendí con los años, es que detrás de las grandes pruebas, siempre vienen las grandes bendiciones. Y quizá no sea algo monetario o material, quizá esa bendición sea Dios librándote de algo horrible en tu vida… ¡PIÉNSALO!!! 💭💖

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